Cuando desde la inmensa diversidad y variedad de los medios de comunicación se repite, de forma continuada y sistemática, el mismo mensaje, la ciudadanía lo acaba asimilando y acaba considerando, ese mensaje, como real, verídico y cierto. Con esa repetición múltiple se persigue el influir en el sistema de valores del ciudadano y, sobretodo, en su conducta. Este fenómeno es lo que se conoce como Propaganda o Publicidad Política. Esta estrategia es la que la oposición ha venido utilizando durante los últimos meses cuando se ha referido a al situación económica del país.
Durante la campaña de las elecciones generales, todos pudimos ser testigo de las continuadas afirmaciones alarmistas, seguidas de mensajes tremendistas, con respecto al futuro de la situación económica del país. Alegatos que se lanzaban desde un determinado sector de la derecha, hoy en día con serios problemas de identidad, y donde se dejaba claro que nos encontrábamos en un periodo de recesión económica que más tarde se traduciría en una de crisis de magnitudes considerables... y la culpa: de Zapatero. Todo esto con el propósito de crear alarmismo y de atemorizar a los ciudadanos…
En este punto deberíamos matizar ciertos aspectos. Cuando se utiliza el vocablo CRISIS, sin nada detrás, se hace referencia a una situación de crisis generalizada, en todos los sectores y subsectores de la Economía… y esto no es lo que actualmente se está produciendo. No hay que crear alarmismo… La situación económica es muy delicada, complicada y preocupante, esto es innegable, y hay sectores con verdaderos problemas estructurales, que afectan a otros.
En ese sentido no voy a negar que haya crisis sectorializadas, como, por ejemplo, la crisis del sector de la construcción. Era evidente y todo el mundo veía que la burbuja especulativa en ese sector se iba a deshinchar tarde o temprano.
Hay una crisis de liquidez en el mercado financiero. Es decir, crisis de oferta de dinero, no bancaria ya que los bancos no paran de presentar cuentas con grandes beneficios. Se trata de una crisis de confianza en los mercados causada, fundamentalmente, por la crisis de las hipotecas “subprime” de los USA, que aquí, por suerte, no tendrá la repercusión que está teniendo en ese país.
Por último, destacar la crisis del precio del petróleo. Efectivamente, el precio del crudo se ha multiplicado de forma excesiva y obscena.
Pero, por qué tanta insistencia en el tema de la crisis? Hay algún fundamento que sustente esa teoría?...
Este argumentarlo tiene base científica. Detrás de todo encontramos la Teoría austríaca del ciclo económico, que fue desarrollada por economistas de la escuela de Viena, más concretamente por los economistas Ludwig Von Mises y Frederick Hayek. Pero esta teoría, y en economía siempre es así, sirve para explicar los hechos pasados, fenómenos que se han producido y a los que se les pretende dar explicación, pero no sirve para predecir el futuro. Según la definición más tradicional, “un economista es aquel que es capaz de predecir el pasado con los datos del presente”. En ese sentido, no podemos utilizar la Economía como salvoconducto para justificar o reafirmar intereses partidistas y asustar a los ciudadanos diciendo: “que viene el lobo”.
Ante esta coyuntura, debemos tener una postura de serenidad y estar tranquilos, porque nuestra economía tiene las bases suficientemente sólidas para hacer frente a los retos que esta nueva situación económica nos plantea. Porque, al fin y al cabo, la Economía es cíclica. Hay periodos alcistas seguidos de periodos de decrecimiento y así sucesivamente. Ahora, estamos abordando la fase de desaceleración, pero después, volveremos a crecer.
Por tanto, y para acabar, destacar que no hay que crear alarmismo sobre lo que va a venir o sobre lo que nos espera, lo que está claro es que estamos en una situación que, indudablemente, es delicada y que gracias a las medidas que se están tomando desde el Gobierno del Estado y desde el Govern de la Generalitat, es una situación que podemos afrontar y superar, sin ninguna duda.
Durante la campaña de las elecciones generales, todos pudimos ser testigo de las continuadas afirmaciones alarmistas, seguidas de mensajes tremendistas, con respecto al futuro de la situación económica del país. Alegatos que se lanzaban desde un determinado sector de la derecha, hoy en día con serios problemas de identidad, y donde se dejaba claro que nos encontrábamos en un periodo de recesión económica que más tarde se traduciría en una de crisis de magnitudes considerables... y la culpa: de Zapatero. Todo esto con el propósito de crear alarmismo y de atemorizar a los ciudadanos…
En este punto deberíamos matizar ciertos aspectos. Cuando se utiliza el vocablo CRISIS, sin nada detrás, se hace referencia a una situación de crisis generalizada, en todos los sectores y subsectores de la Economía… y esto no es lo que actualmente se está produciendo. No hay que crear alarmismo… La situación económica es muy delicada, complicada y preocupante, esto es innegable, y hay sectores con verdaderos problemas estructurales, que afectan a otros.
En ese sentido no voy a negar que haya crisis sectorializadas, como, por ejemplo, la crisis del sector de la construcción. Era evidente y todo el mundo veía que la burbuja especulativa en ese sector se iba a deshinchar tarde o temprano.
Hay una crisis de liquidez en el mercado financiero. Es decir, crisis de oferta de dinero, no bancaria ya que los bancos no paran de presentar cuentas con grandes beneficios. Se trata de una crisis de confianza en los mercados causada, fundamentalmente, por la crisis de las hipotecas “subprime” de los USA, que aquí, por suerte, no tendrá la repercusión que está teniendo en ese país.
Por último, destacar la crisis del precio del petróleo. Efectivamente, el precio del crudo se ha multiplicado de forma excesiva y obscena.
Pero, por qué tanta insistencia en el tema de la crisis? Hay algún fundamento que sustente esa teoría?...
Este argumentarlo tiene base científica. Detrás de todo encontramos la Teoría austríaca del ciclo económico, que fue desarrollada por economistas de la escuela de Viena, más concretamente por los economistas Ludwig Von Mises y Frederick Hayek. Pero esta teoría, y en economía siempre es así, sirve para explicar los hechos pasados, fenómenos que se han producido y a los que se les pretende dar explicación, pero no sirve para predecir el futuro. Según la definición más tradicional, “un economista es aquel que es capaz de predecir el pasado con los datos del presente”. En ese sentido, no podemos utilizar la Economía como salvoconducto para justificar o reafirmar intereses partidistas y asustar a los ciudadanos diciendo: “que viene el lobo”.
Ante esta coyuntura, debemos tener una postura de serenidad y estar tranquilos, porque nuestra economía tiene las bases suficientemente sólidas para hacer frente a los retos que esta nueva situación económica nos plantea. Porque, al fin y al cabo, la Economía es cíclica. Hay periodos alcistas seguidos de periodos de decrecimiento y así sucesivamente. Ahora, estamos abordando la fase de desaceleración, pero después, volveremos a crecer.
Por tanto, y para acabar, destacar que no hay que crear alarmismo sobre lo que va a venir o sobre lo que nos espera, lo que está claro es que estamos en una situación que, indudablemente, es delicada y que gracias a las medidas que se están tomando desde el Gobierno del Estado y desde el Govern de la Generalitat, es una situación que podemos afrontar y superar, sin ninguna duda.
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