Zapatero estuvo francamente bien, sereno, tranquilo, muy sólido en sus respuestas, muy directo y muy convincente. Además, Zapatero tuvo un inicio genial, a diferencia de Rajoy, que empezó fatal. Zapatero, en lugar de demonizar y criticar a los populares, como lo había hecho Rajoy, empezó planteando que estaban sobre la mesa dos proyectos a debatir. El de los populares, con unas determinadas características que se evidenciaron a lo largo del debate, y el socialista, con más carácter social, más eficiente y dialogante en el tratamiento de toda la problemática social, política e institucional.
Como pudo contrastarse, a lo largo del debate, la opción de Rajoy solamente tenía argumentos políticos para la inmigración, cuando hablaba de políticas sociales, para el debate catastrofista, cuando tocaba el ámbito económico, y para el populismo más falso, cuando hablaba del precio de la leche o del pan. Pero hay que reconocer que eso, el populismo artificial, lo hizo muy bien, solo sabia atacar a Zapatero y nunca planteó cual era su alternativa al gobierno actual.
En cambio Zapatero demostró y habló de todo lo que había hecho. Vendió su acción de gobierno, de la cual está muy satisfecho... y eso es lo que tenia que hacer. Vender el trabajo de gobierno que se ha estado haciendo durante la última legislatura.
Un debate que, de momento, queda pendiente del próximo encuentro, de la resolución final. Pero, si se hubiese de destacar un vencedor, del primer "round", este sería Zapatero ([1], [2] y [3] ejemplos). En definitiva, un debate de ida que hace más interesante, si cabe, el encuentro de vuelta, que será el que definitivamente marcará las diferencias y donde Zapatero volverá a demostrar que la opción socialista es la mejor opción.
Para acabar destacar que Zapatero fue el que ganó el voto del "follonero". Uno o dos días antes, el "follonero", en su programa especial para las elecciones, habló con los dos candidatos y les planteo el reto de que votaría al primero que dijera el nombre de "Javier Barden", por su nominación a los Óscar ya que todavía no le habían dado el premio. Era difícil, pero Rajoy en un alarde de prepotencia, chulería y superioridad dijo que el voto era suyo, ya que era el primero en hablar… Mentira, el maestro fue Zapatero que muy hábilmente supo hacer referencia al tema y decir el nombre del actor en su debido momento… Fue un momento memorable.
